dijous, 26 de juny del 2008

como es la "Florencia"

Florencia, misterios y encantos de ayer y de hoy

La magia del Renacimiento se mantiene viva en una de las ciudades más hermosas del mundo: Florencia. La urbe italiana custodia en su interior uno de los legados artísticos más importantes de todos los tiempos.

Parece una idea surrealista, pero ¿qué tal sería vivir dentro de una obra de arte?, ¿qué pasaría si tuviéramos la fantástica oportunidad de habitar una ciudad envuelta en una exquisitez creativa plasmada por los más ilustres exponentes del arte universal?

Tal vez así se sienten los habitantes de Florencia, capital de Toscana (Italia), pues a pesar de llevar varios siglos a cuestas aún se mantienen vivos los rezagos fantásticos de uno de los mejores momentos de la historia del arte.

Las calles de la ciudad fueron fieles testigos del paso de los maestros Miguel Angel, Da Vinci, Boticcelli y Rafael, y los muros rememoran las anécdotas del astrónomo Galileo Galilei, las alegrías y los lamentos del escritor Dante Alighieri, y los secretos del filósofo Nicolás Maquiavelo.

La trascendencia de esta mítica ciudad se siente a finales del siglo XIV, al finalizar la Edad Media, ante la inevitable necesidad de una cultura occidental que necesitaba reinventarse y redescubrirse a sí misma.

Parecería que la ciudad es fruto de un hechizo, un conjuro que la sentenció a ser exquisitamente bella. Florencia es una exposición permanente, una ciudad que se jacta de su brillo, pues se sabe arrogante cual David de Miguel Angel, que convive con la Basílica de San Lorenzo y el Ponte Vecchio.

DEL BUEN GUSTO

A LA GENIALIDAD

Mucha de la responsabilidad del gran legado artístico que acoge Florencia debe recaer sobre la dinastía de los Médici, una familia que controló la ciudad por más de tres siglos y brindó el espacio necesario para que los grandes prodigios de la época desplegaran su obra por toda la ciudad.


Con uno de los bancos más importantes de Europa, con tres Papas, varios miembros de la realeza y algunos dirigentes políticos influyentes, los Médici fueron mecenas de grandes maestros admirados mundialmente como Masaccio, Donatello, Fray Angélico y Miguel Angel, este último reconocido como el más importante por la trascendencia de su maravilloso legado artístico.

Su amor por el arte les llevó a crear una de las más exquisitas colecciones que se exponen en la Galería Uffizi, además, en su momento, Maquiavelo, bajo encargo de los Médici, escribió las Historias Florentinas.

Cósimo de Médici fue quien impulsó las artes y el proceso de modernización de Florencia, con el protagonismo de célebres artistas y arquitectos como Leonbattista Alberti, Brunelleschi, Lorenzo Ghiberti, Fray Filippo Lippi, Donatello y Fray Angélico. Por su parte se podría decir que quien indujo el origen a la era renacentista fue Lorenzo El Magnífico, mentor de Ghirlandaio, Botticelli, Leonardo da Vinci y Miguel Angel.

Florencia es un ejemplo en el que la voluntad política y económica puede permitir la posibilidad de generar hitos importantes en el arte, al punto de que fue el origen de una tendencia que se expandió por toda Europa.

TODA OBRA DE ARTE TIENE UNA HISTORIA QUE CONTAR

Florencia empieza a imprimir sus primeras huellas en el tiempo gracias a los etruscos en el siglo III a.C., quienes descendieron desde Fiesole para construir un poblado cercano a la ribera del río Arno. Posteriormente, Julio César decide ampliar el poblado con la construcción de murallas fortificadas aproximadamente en el año 50 a.C., para proteger la Vía Flaminia que comunicaba Roma con Francia.

Uno de los hitos importantes fue el florín, que se introdujo en 1252 y fue el símbolo económico de una época en Europa occidental. Tenía dos ventajas: había sido producido en cantidades suficientes y los bancos florentinos estaban por todo el territorio europeo, por lo que su uso generalizado lo ubicaron en un sitial importante en las actividades comerciales.

En 1250 Florencia vivió los primeros enfrentamientos entre güelfos y gibelinos, un conflicto inscrito en la disputa de facciones entre el Pontificado y el Sacro Imperio Romano Germánico.

Por su territorio pasó la ocupación española y varias disputas con Francia, hasta que en 1861 se conformó el Reino de Italia, una monarquía constitucional que rigió hasta 1922.

En el siglo XX, Florencia tuvo que soportar el paso de la Segunda Guerra Mundial, que causó serios estragos en el casco histórico, para después formar parte de lo que hoy conocemos como Italia, inscrita en la constitución de 1948.

EL RECORRIDO

IMPRESCINDIBLE

La Basílica de Santa Maria del Fiore, catedral (Duomo, en italiano) de la arquidiócesis católica romana de Florencia, es uno de los sitios indispensable por conocer.